domingo, 10 de febrero de 2008

EL VALLE DE LA NENA MUERTA - 1ª parte.


Moony:


Hace un par de días me decías algo sobre los bosques asturianos... Esto sucedió no hace muchos años...

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Sondrón es una de esas pequeñas aldeas del oeste asturiano. Su población veraniega asciende a una veintena de habitantes. En los meses más fríos, de sus ocho casonas, solo cinco están ocupadas. Sondrón no tiene carretera, una pista de cemento es la entrada y salida hasta la carretera comarcal. Al norte, montañas de urogallos y melendrus (tejones), de nogales y avellanos olvidados, despensa de animales nocturnos. Arroyos y riachuelos serpentean entre la arboleda y en sus aguas, truitas pintas del país, como las llaman por estas tierras, buscan la poza donde desovar. Ningún camín limpio y preparado desde entonces, solo la baja hierba indica cual era el sendero del pastor, el senderín de los prados. Ni por San Ramón se cuidan ya los caminos. Desde entonces solo queda la soledad con su silencio. Los guajes (niños) ya no van a la fonte del Tropezón a por agua. Ya no juegan a la tula las mozas, ni al escondite. Así ha quedado Sondrón en el frío. Así de solo, así de frío.

Por el olvidado camín de los prados, se llega a divisar el valle de Sunchiello, ahora de la Nena Muerta. Sunchiello es un paraje lleno de miradores naturales, desde donde, con suerte, se pueden ojear osos pardos por primavera. Donde el águila real y el azor tienen sus cazaderos y en la laguna vieja, la de arriba, el lobo y el rebeco son amigos cuando sacian su sed. Pero ya nadie ve a los animales. Ahora, ellos, viven tranquilos, nadie amenaza, nadie pasa, nadie pisa, nadie para, nadie sigue. De nadie es el camino.

Veinte inviernos han pasado desde aquella nevada. Nevinos hoy tendría treinta y dos, quien sabe, tal vez casada, quizá madre… Recorrería con sus fiyos (hijos) aquellos lugares testigos de sus juegos. La laguna nueva estaba helada, a la vieja no se podía subir. Veinte inviernos han pasado desde aquella nevada.

Nevinos era una niña alegre, Su casona era la más grande de la aldea. En Sondrón no se mide la casa por la superficie. La palabra “casa” representa nivel social. Cuando más cabezas de asturiana del valle (raza bovina autóctona) se tuviera, más grande era la casa. Cuantos mejores aperos de labranza se tuvieran, más maíz, más patacas (patatas), mas grande era la casa y así sucesivamente. Su casa lo tenía todo

El invierno llegó de repente, nadie lo esperaba. Nevinos tenía que acudir a la sierra para bajar las vacas, Emilio, su padre, se lo había dicho la noche anterior. Se levantaron a las cinco, noche cerrada. Se abrigaron, cogieron queso, pan y tocín, una bota de vino, un pellejo con agua y apoyados con sus guiadas, salieron por el camín de Prados. Los xatinos (terneros) nacidos este año podrían morir de frío. Cuco, el perro pastor, iba delante. Después de dos horas de camino, comenzaba a amanecer. Descansaron un poco. Siguieron la ruta, ya era de día. La ventisca se calmó cuando las zarzas comenzaron a sonar. Cuco se quedó inmóvil, como cuando veía algún topo salir de la tierra, su mirada directa a la maleza. Emilio siguió, Nevimos tras él. El ruido se hacía más fuerte. Cuco se adentró entre aquella maleza de espinos. Emilio callaba, Nevinos creía que se trataba de algún melendrus. Fue a ver pero Emilio la paró en seco agarrándola de un brazo “no te acerques Nevinos, no te acerques”. Solo dijo eso, pero en su cara se reflejaban ciertas muecas de duda, tal vez de miedo.
Continuará la próxima semana.
= = =
Chechu Arroyo
copyright Chechu Arroyo ©

13 comentarios:

Аmanecer dijo...

Hola Chechu,

interesante historia, esperarè impaciente la continuaciòn.

pd.Me encanta la manera que tienes de adentrarnos en tus historias y poemas. Gracias!!

Besos y muchos màs.

Anónimo dijo...

Uffff, una semana.
Esperaré, qué remedio, nos dejas en lo más interesante.

Merce dijo...

Ufff, me da a mi, que la de Nevinos va a ser una dura historia...

Moony-A media luz dijo...

Jo,Chechu... impresionante la forma de describir.Me parece caminar tras ellos,adivinando la presencia de los osos, allá, en la ladera de en frente.
Jo ¿vamos a tener que esperar toda una semana?? anda... sé buenino, guaje... que ya está orballando.

Un beso grande.

Sandra Garrido dijo...

Chechu, te has prepueto darme enviadia, quedé enamorada de Asturias , por allá el año 98 o 99, estuve en Cangas, también en el interior hacía Cabrales, Potes, Panes, y hacía costa, Luarca, Ribadesella, la verdad que ahora no recuerdo el orden, pero aquel lugar, tiene algo muy especial, como de cuento de hadas, sus historias de meigas y duendecillos me apasionaron, tengo que volver, tengo que recorrer la ruta del Cares, y ahora después de tu historía, de esa introducción a esa dimunita aldea fantasmagórica pero llena de encantaos y silencio, me recuerdas aquel viaje.
Ahora me he quedado con la intriga....
Volveré.

UN abrazo

Maribel Sánchez dijo...

No si entre unos y otros al final me veo yo cantando el Asturias patria querida, con la botella de sidra en la mano y preguntándome porque he tardado tanto tiempo en llegar.

Besazos

Jesús Arroyo dijo...

Amanecer:
Gracias a tí porque estás siempre acompañándome.

Anuska:
Llegará pronto.

Merce:
Ahhh, quién sabe...

Moony:
Monina, orballar, orballar, lo que ye aqui, ni una gotina. Ahora mira pa-tras que el osín ta en la tu espalda.

Sandra:
Nada, tendremos que vernos todos para las fiestas del Carmen en Cangas del Narcea y celebrarlo con sidrina y pote.

Maribel:
Venga, vamos a cantar a duo. Nos esperan las gaitas.

BESOS PARA TODAS.

- JJ dijo...

Chechu, siento ansiedad por saber qué viene. Ese valle atrapa.
Buen relato.
Saludos!

Jesús Arroyo dijo...

JJ:
Gracias. Nada, en un plisss-plasss, estará Nevinos en...

Sibyla dijo...

Hola Chechu!:

Nos has dejado con la miel en la boca...
Pero eso es bueno, porque así volvemos a visitarte en busca del desenlace final.
Mi familia es gallega, y me recordaste un verano que pasé en la aldea de mi padre, me hice amiga de una niña pastora y le acompañaba con el ganado y los perros, para llevarlo a pastar, serpenteando caminos y cruzando riachuelos, para mí, que era una niña de ciudad, todo aquello era fascinante...
Saludos:)

Jesús Arroyo dijo...

Sibyla:
Y lo es!! ¿Recuerdas lo de las meigas?
Un beso.

Elsa dijo...

Sí ciertamente suena a drama... Un placer leerte.

Un beso.

Jesús Arroyo dijo...

Viento:
Placer el mío por tener tu visita.
Besos.