sábado, 29 de marzo de 2008

EL CASTRO

Vuelvo a las leyendas asturianas.

Frente a la aldea donde viví mi infancia, cruzando el río Narcea, hay un monte con bosques de castaños. Contaba mi abuela que rodeado por estos tupidos bosques se encuentra un castro cuyo nombre ha querido borrar la historia. Ya de adolescente, quise subir a aquel lugar pero siempre me lo impedían las leyendas sin final. "No subas neno, no debes". Con esta frase de mi abuela y la falta de compañía para las expediciones (nadie de la aldea quería acudir a aquel lugar) me convencían, una y otra vez, para quedarme en casa. Nadie explicaba nada más, solo ojos aterrados y cabezas agachadas.
¿Me acompañáis vosotros?




No dejáis que suba a los castaños
por miedos ajenos a mi estado.
Habrá brujas, habrá santos
o habrá muertos de un antaño.

Tapado está el camino del castro
por punzantes espinas sin pastos,
se esconderán zorras o diablos
o encontraré, si subo, mil llantos.

Danzarán cien damas de blanco
sobre hogueras inaudibles al canto.
Abuela, dímelo tu…
dime que pasa en el castro.



Chechu Arroyo
copyright Chechu Arroyo ©

16 comentarios:

Marta dijo...

CHECHU
Subamos al castro, sin miedo.Yo te acompaño en el camino, lo que veo a traves de tus palabras, hacen que mi temor se desvanezca.....temeridad!, no,solo saber que voy en buena compañia.
petonicos.
besus.

Аmanecer dijo...

Si Chechu, subamos, asì sabremos que pasa en el castro.
Llendo con tu linda compañìa nos darà valor.

Besos y muchos màs

Merce dijo...

Pues hombre, sí hay que subir, subimos, a mi las cosas sobrenaturales no me dan miedo porque no creo en ellas. A mi me da miedo el que nos podamos encontrar por allí algún bichejo con malas pulgas...sea del tamaño que sea...

Saludos

Sandra Garrido dijo...

Mira que en Asturias tenéis leyendas, a mi simepre me han gustado las historias de miesterio, y es que de niña he sido muy curiosa, demasido, el problema es que nunca he sido mediosa. jajaja.

Así que te acompaño.

un beso

Vicky dijo...

cada parte o lugar tienen sus mitos y leyendas... que normalmente son aterradoras pero a la vez encantan con su magia, en mi país hay un libro ya publicado por los diferentes mitos y leyendas de mi país...
Bello poema lleno de magia.

Jesús Arroyo dijo...

Martona:
Pues... a mi me sigue dando un miedo...
Un beso.

Amanecer:
No se, no se... Ya digo que el canguelo...
Besos.

Merce:
Bichejos abrá muchos. Ten en cuenta que hace tantos años que no acude nadie...
Un beso.

Sandra:
Es el miedo el que hace a los valientes ¿quién dijo esto?
Un besazo mami.

Vicky:
¡Cierto! En cada rincón de este mundo hay una leyenda que hace historia.
Besos.

Fernanda Irene dijo...

Las leyendas encierran siempre misterios, pero no creo que un paraje de castaños pueda infundir miedo; en cambio, vivimos en la jungla de asfalto, amenazados por todo tipo de peligros (tráfico, bancos, y no me refiero a los del parque, delincuentes, dentro y fuera de las instituciones, competencia laboral...) Si fueramos conscientes de los riesgos diarios que corremos, iríamos todos a refugiarnos a "El castro", estoy segura de que allí se respira paz.

(Vaya, es que ver al asesino de niñas me ha puesto indignada)

Abrazos

Malena dijo...

Chechu, es una preciosidad este poema. Lleno de misterio pero que en absoluto da miedo. Al contrario, te hace soñar con mil historias que me gustaría conocer.

Me voy contigo.

Un beso.

Mª Rosa Rodríguez Palomar dijo...

Yo os espero abajo ¿vale?.

A mí según lo narras me entra un miedo en el cuerpo que no puedo con él, y mira que seguro me quedaré con las ganas de saber qué pasa, pero ufff chico! quita, quita!

Lucía dijo...

Pues yo muerta de miedo, pero subo.
La curiosidad me pica, y si hay damas blancas, seguro que podemos danzar con ellas.
Los espíritus de las leyendas, no hacen nada, son eso leyendas....
Aquí en el hoy, están otros, que van sembrando el mal, como dice Fermina.
Anda cobardica ¿ a que no te atreves...)
Bonita historia.
Besos de siempre.

lunilla dijo...

que bueno es disfrutar y llenarse de tus letras..
un beso amigo
con cariño
Blue

María Narro dijo...

yo me quedo haciendo compañía a shikilla para que no tenga miedo, a solidaria no me gana nadie ;))))))))

besos.

- JJ dijo...

Tiene ese encanto lo desconocido. Cómo deseamos que el cuento nos lo digan de una...pero todo se queda en incógnitas y crece la leyenda porque cada quien le agrega algo de su imaginario...
Tu poema busca en El Castro lo que todos han contado entre el misterio y el respeto que produce explorarlo.
Besos!

ágatas, cueros y cristales dijo...

Ah! las leyendas sin final... las más deseadas, las más ricas y las más irracionales.

Jesús Arroyo dijo...

Irene:
Pero... ¿qué habrá en el castro?
Un beso.

Malena:
Pues... quedamos en Cangas del Narcea, nos tomamos un café o algo más energético (el camino es largo) y nos vamos para la aldea.
Besos.

Shiki:
Bueno, necesitaremos a alguien que avise a la Guardia Civil si nos retrasamos en regresar.
Un beso.

Lucía:
¡Esa es mi chica! Acojonadilla pero decidida.
Besos mil.

Blue:
Muchas gracias. Me gusta que te guste.
Un beso.

María:
Anda que... Pues nada, nada, otra que avisará a los Civiles.
Besos gordos.

JJ:
Si, si... pero no me dices si nos acompañas y esto me da que pensar. Anda, di la verdad, que no te atreves...
Un beso.

Asun:
¡Cierto! Si algo se desea y se deja un poco en suspense... se multiplican las ganas de hacer.
Un beso.

Elsa dijo...

Pero míra que tenían afición estas abuelas nuestras a meternos el miedo en el cuerpo!!!!
Yo al castro, acompañada también.

Un beso, neno.