Sentados en el corredor de la casa, dos niños de nueve (un servidor) y ocho años (mi prima) escuchábamos a la abuela Benigna contar una leyenda de cuando ella tenía… abuela. Creo que vivía Maricastaña. El ambiente era único para que los pocos pelos de los brazos se nos pusieran en plan “presenten armas”. Frente a nuestros ojos, el sol se escondía tras las montañas verdes y limpias durante el día, grises y llenas de sombras en la hora crepuscular. La brisa que a esas horas siempre corría y los crujidos de los suelos de madera, acompañados de las pisadas, casi sordas, del ganado en la cuadra (planta inferior de la vivienda) hacían de banda sonora... ¡Entrábamos en ambiente!
Comenzaba aquel cuento, no apto para niños, con la siguiente frase… Por el camín de la fonte d’Anuca, bajaban bruxas y guajas atadas hasta el río… (por el camino de la fuente de Anuca, bajaban brujas y niñas atadas hasta el río). El camino al que se refería, se encontraba rodeando la casa y algunos atardeceres, puedo asegurar que… veíamos a las brujas o ¿serían las vecinas de la aldea que habían ido a por agua?
Comenzaba aquel cuento, no apto para niños, con la siguiente frase… Por el camín de la fonte d’Anuca, bajaban bruxas y guajas atadas hasta el río… (por el camino de la fuente de Anuca, bajaban brujas y niñas atadas hasta el río). El camino al que se refería, se encontraba rodeando la casa y algunos atardeceres, puedo asegurar que… veíamos a las brujas o ¿serían las vecinas de la aldea que habían ido a por agua?
Doce campanadas,
es noche cerrada,
las brujas se mueven
hacia la explanada.
Una campanada,
es noche cerrada,
las brujas encienden
hogueras y bailan.
Dos campanadas,
es noche cerrada,
las brujas ya queman
amores de hadas.
Tres campanadas,
es noche cerrada,
las brujas fornican
dulces aniñadas.
Cuatro campanadas,
es noche cerrada,
las brujas regresan
a cuevas lacradas.
Cinco campanadas,
comienza ya el alba,
las brujas se duermen
en camas de rama.
Seis campanadas,
el alba se pasa,
las brujas no sueñan,
las brujas no aman.
es noche cerrada,
las brujas se mueven
hacia la explanada.
Una campanada,
es noche cerrada,
las brujas encienden
hogueras y bailan.
Dos campanadas,
es noche cerrada,
las brujas ya queman
amores de hadas.
Tres campanadas,
es noche cerrada,
las brujas fornican
dulces aniñadas.
Cuatro campanadas,
es noche cerrada,
las brujas regresan
a cuevas lacradas.
Cinco campanadas,
comienza ya el alba,
las brujas se duermen
en camas de rama.
Seis campanadas,
el alba se pasa,
las brujas no sueñan,
las brujas no aman.
Jesús Arroyo
copyright Jesús Arroyo ©
14 comentarios:
Me encantan las historias de brujas...
Un beso
Siempre me han encantado estos poemas, sobre todo cuando era niña.
Me has llevado hoy por el camino de mi infancia.
Un beso amigo
MJ
Chechu
que lastima que casi se han perdido las historias de nuestras abuelas.
Yo tambien recuerdo muchas de las historias que nos contaba una señora de mi calle, era nuestra cuenta cuentos particular, a veces en verano todavia me parece escucharla llamandonos para que hagamos el corrillo a su vera.
que tiempos!!!!.
besos.
Merce:
Chssss, dilo bajito que te escuchan...
Un beso.
M.Jose:
Si es por el de la infancia y no por el de Anuca...
Besos.
Sara:
La verdad es que mi abuela no era una cuanta-cuentos. Tanto le gustaba meter miedo que... luego desaparecía con una risita... Ya os contaré, ya.
Besitos.
No me gustan las brujas, aquellas no sé si existieron...
Y las brujas desde luego, ni sueñan
ni aman!!
Bonito relato con final de poema.
Artista!!
Un besazo x 1000
¡Hay que ver que actividad tienen las brujas por la noche!
Mi hermana mayor nos contaba cosas para meternos miedo y al final era ella la que se asustaba con su propia sombra.
Un abrazo, Jesús
Lucía:
Pero si son muy divertidas... Mira Lucía, si todo el mundo es bueno, esto es un sopor tremendo...
Besos mil.
Terly:
Mi hermana mediana es igual. Recuerdo que una noche comenzó a contarnos una historia de marcianos porque se veía luz por la rendija de una ventana y terminó ella cagadilla... Cosas de hermanas, que no de monjas.
Un abarzo.
Pues yo creo que las brujas si sueñan, y si aman. (no os contaré porque lo se)
Que chulada, lo disfruto un montón, me encantan las brujas y sus historias...pero también las de verdad!!! que haberlas haylas jejeje, que yo las ví.
Un abrazo con mucha brujería
Pues si a mi aún me dan miedo, imagino que escucharlas de niña hubiera sido horrible, ya que siempre fui muy miedosa.
Aún así, el título tiene un sabor romántico, fíjate. Las brujas y las nanas no las creía yo compatibles, pero veo que pueden ser.
La verdad que incluso las nanas de siempre, si lo piensas bien, tienen un contenido como para amedrentar en lugar de para dormir, por ejemplo: Duérmete niño que viene el coco y se lleva a los niños que duermen poco.
Precioso, Jesús. Creas y recreas.
Un beso,.
Mónica:
¡Jo! me dejas con la "icoñita".
Besos.
Sara:
¡Vamos! El mundo está lleno de ellas... y de brujos tambien.
Besos.
Shikilla:
NO hay nada tan compatible como el bien y el mal ¿no lo crees así?
Un beso.
Malena:
Se hace lo que se puede, nada más.
Besos.
Pues yo también creo, como Mónica, que las brujas sí sueñan y aman. Y también creo que sé por qué...
Ariadna:
No sabes lo que me alegra saber que eres tú.
Besazos a pares.
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