viernes, 9 de enero de 2009

FALSAS LIBÉLULAS


Golpeaban el cristal de mi ventana. Miré el reloj, las manillas, apenas visibles, marcaban las cinco y veinte. Madrugada de nuevo. Cuando no es por una cosa es por otra, pero siempre he de despertarme a estas horas. Volvieron a golpear, despacito, más que un golpecito era, como decía mi abuela paterna, un repiqueteo. Mi cerebro comenzó a ordenar pensamientos y deduje que a esas horas y en un ático, nadie podría estar llamando a la ventana. Que cosas ocurren a estas horas en la ciudad. Si fuera en el campo, hasta podría ser una lechuza despistada o un ratoncillo revoltoso, pero en Madrid…

Me di la vuelta para observar si ella dormía. Estaba en lo cierto, dormía profundamente. Se conoce que la diferencia de años entre nosotros se nota en la cama y no lo digo por lo que se pudiera pensar, que también, me refiero a esto, a dormir profundamente aún con ruiditos en la ventana. Recuerdo una noche, en la sierra, que golpearon la persiana como si alguien estuviera dando con el aldabón de la puerta principal y al subir la persiana nadie había. Bueno, estas son cosas que no vienen al caso y podrán ser contadas en momentos de cierta sensibilidad fóbica.

Decía que ella dormía, por lo que los golpecitos solo los escuchaba yo. Me di la vuelta en la cama, intenté cerrar los ojos para concentrarme en otras cosas pero no pude. Mi cuerpo se resistía a la posición vertical, mi cabeza dando la orden contraria y, como es costumbre en mí, si el mi soy físico y no cerebral, pasando de decretos.

A las dos horas, amaneciendo ya, me di una ducha templada, hice café, preparé el desayuno y la desperté. Nos dimos el beso de rigor, cariñoso pero de rigor, yo con los ojos muy abiertos, los suyos hinchados aún. Su siguiente frase al buenos días fue… toda la noche golpecitos en la ventana, he soñado que eran libélulas y es que… está nevando.
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Jesús Arroyo
copyright Jesús Arroyo ©

19 comentarios:

Sol - Estaré siempre dijo...

Que bello Jesús que vivas en un lugar donde la nieve es algo frecuente en invierno.
Por aca, en Bs As, solo nieva cada 90 años... jajjaja y para ir a esquiar o ver la nieve... o que me aparezcan falsas libelulas en mi ventana debo recorrer no menos de 1.700 kms.
Y bueh que bello que lo hayas disfrutado... bueno te desperto.. pero que bello despertar!!!
Te lleno de luz amigo!!!

María Laura dijo...

OPINO COMO SOL, DIGAMOS QUE ESTOY A MIL DE LA NIEVE, PERO...
CADA DOS O TRES AÑOS, VEMOS ALGUNA NEVADA EN MI PUEBLO.


TODO MUY BELLO.
PERO POR QUÉ EL BESO FUE DE RIGOR?
Y PARA QUIÉN DE LOS DOS?

BESITOS.

Supermamá dijo...

Igual estamos en Madrid...todo blanco y ahora ya todo grís al caer la noche...precioso.
Un frío que ni te cuento y la chimenea cargada hasta arriba de leña además de la calefacción...

Un fuerte abrazo con roscón y un buen chocolate caliente.

bss

Jesús Arroyo dijo...

Sol:
La nieve, esa espuma de agua... No, no es muy frecuente que nieve por aquí, aunque tenemos pistas de esquí a escasos cincuenta km.
Besos.

Maria Laura:
Rigor porque es costumbre y a veces, aunque no queramos, se puede convertir en un gesto cotidiano. Pero que hermoso es besar...
Por cierto, ¡un beso!

Supermamá:
Aún me rio con tu comenteario. ¿Por qué? Porque a las seis y media de la tarde (en Madrid, en Madrid) hemos comprado un roscón y lo hemos tomado con chocolatito ¡que-ico!
Lo de la leña, en casa... va a ser que no porque no tenemos chimenea, aunque, en un momento dado, se puede hacer en la terraza y convertirnos en muñecotes de nieve.
Mañana creo que seguirá igual, aunque con menos intensidad.
Besos y copos.

Lucía dijo...

Si es que Madrid me mata:D
Y no precisamente por el golpeteo de las posibles libélulas en la ventana...¡menudo mogollón después!!.
Ay...beso de rigor, anda que quien yo me sé...te cuelga:D
Besazos + mil

Jesús Arroyo dijo...

Lucía:
Tendemos a pensar que el protagonista de un relato siempre es el que lo escribe. ¿Tu crees que es así en este caso? Pues si lo es o... ¿no lo es?
Besos mil.

Terly (Juan José Romero Montesino-Espartero) dijo...

M encanta la nieve por lo inmaculado que deja el paisaje recién caída, pero para mí, como el esplendoroso sol del verano y en todo caso en invierno el braserito de picón... NADA...
Un abrazo, Jesús.

MarianGardi dijo...

Bonito sueño, soñar con Libelulas
Besos

Merce dijo...

Prefiero que me despierte nieve a que sean un montón de libélulas...

¡¡¡quiero nieve!!! buaaaaaaaa

Mª Ángeles Cantalapiedra dijo...

qué rebonito, Jesús. Yo también escri algo ayer, ahora lo colgaré. buen finde

Jesús Arroyo dijo...

Terly:
¿Y si juntas nieve y sol? ¿Podría resultar pureza y calor?
Un abrazo.

MatianGardi:
Soñar es bonito, aunque sea pesadilla porque al despertar...
Besos.

Merce:
Lo tienes facil. Pasate por Madrid.
Besos.

M.Ángeles:
Lo veremos.
Un beso.

Mediterráneo dijo...

El imsomnio es lo que tiene, que oyes y ves todo lo que otros que duermen se pierden.
A mi me despiertan todas las noches del año mirlos cantando a las cuatro de la madrugada, son como reloj ¡puntuales! (ahora que lo pienso, anoche no cantaron... la nevada? o me pillaron demasiado cansada...

Libélulas en Madrid, esta ciudad tiene esos contrastes.

Saludos nevados

Аmanecer dijo...

Hoy mi ventana, amaneciò invadida de libèlulas, como las de tu historia, blancas y hermosas,( a amanecido nevando).

Besos, pero no de rigor, y muchos màs.

ALMA dijo...

No te extrañes de verme aquí, por favor, el placer es mio...
tus serenas palabras se introducen muy fácil...
tus libélulas se confunden con el blanco de mi nombre...

un beso... viceverso

ALMA

Jesús Arroyo dijo...

Mediterráneo:
Como toquen esta noche... me va a dar lo mismo. Volveré a darme la vuelta y sin dormir miraré a mi lado.
Besos.

Amanecer:
¡Perfecto! Es cuestion de compartir.
Un beso.

Alma:
Podría ser un buen equipo unir alas con alma ¿no?
Gracias de nuevo. Pasaré por "tu casa".

RosaMaría dijo...

Qué dulzura de relato. Es curioso ver como son las reacciones ante una misma situación de cada ser humano. Un post y una foto preciosos.

© José A. Socorro-Noray dijo...

Eso sólo lo disfrutamos los insomnes, nos podemos pasar la vida ordenando pensamientos, construyendo mil y una poesías, mientras los otros duermen. A mí, sólo me falta la nieve, quizás por eso nunca golpean en mi ventana las libélulas, aunque tal vez sea porque ya vuelan dentro de la casa.

Un abrazo

Julio Castelló dijo...

Precioso relato de sensaciones.
Bien sostenido hacia la sorpresa final.
Por asombroso que pueda parecer, aquí en la sierra no nevó ni la décima parte que en la capital. Caprichos de la naturaleza.

Jesús Arroyo dijo...

RosaMAría:
La prueba la tienes en la botella a medio llenar o en un partido de fútbol o incluso en la pesca...
Un beso.

Noray:
¿Me mandas unas pocas? Te las cambio por este abrazo rodeado de blanco copo.

Julio:
Que un maestro me diga esto...
Cariñosos abrazos.