miércoles, 6 de mayo de 2009

MUERTOS DE UN MAÑANA


Es de locos pensar que las ciudades mejoran.
Mira atrás, verás su nacimiento desde el campo
para hacerse gris de podredumbre,
ocre de riquezas que embalsan mentiras.
Sal de la ciudad por el camino marcado sin salida
y tras la última injuria verás los verdes escondidos,
un paso más, uno más
para pisar el tapiz de pronta huella.
Clávate en la tierra soberana,
observa el horizonte y si te dice…
no vuelvas la mirada al cementerio
de altas lápidas acristaladas,
de vivos muertos de un mañana.


Jesús Arroyo
copyright Jesús Arroyo ©

15 comentarios:

impersonem dijo...

Jesús, sólo puedo decirte una cosa: me emocioné con tus versos, con tu descripción exacta de ese "cementerio"... y con el camino de salida que propones.

Abrazos.

Terly (Juan José Romero Montesino-Espartero) dijo...

Más que nadie sabemos, los que vinimos del campo a la gran ciudad, que la vida la dejamos en él. Aquí no somos más que autómatas de un recinto de feria.
Un abrazo.

Sara dijo...

Que fuerte Jesús!!y que bonitas palabras...yo mi vida desde luego la voy a dejar en la montaña, en el campo , en la naturaleza y....cuando ya no esté aquí,descansaré eternamente, en las playas de LLanes y otro poquitito de mi en el Faedo de Ciñera, mi pueblín...
Pues me voy a pensar lo del libro de bitácora que me dices...si señor!!!me lo voy a pensar.
Un gran abrazo escritorazo, poetazo, buena gente!!!

Sol - Estaré siempre dijo...

A veces la vida te obliga a vivir donde realmente no quieres... en un lugar donde solo reinan zombies caminando por ciudades de cemento sin sentimientos...
Que bello es regresar al verde... al lugar que nos trae la paz del inicio de nuestra vida...
Aunque sea de vez en cuando... regresar en como volver a nacer...
Besos cielo, que hermoso lo de hoy!!!

Lucía dijo...

Espero, que este cementerio de lapidas acristaladas, nunca me atrape, aún viviendo en él.
Quiero el verde de mi campo o el atardecer de mi playa y mis sueños para poder escapar de todo...
Besazos mil.

Malena dijo...

Me ha encantado el poema, Jesús, porque para mí dejar la ciudad atrás y sentirme en comunión con la Naturaleza es respirar hondo y estremecerme de felicidad.

Besos y rosas.

Anónimo dijo...

da libertad y vida a tu paso a todo lo que toques y mires, que la sordidez de la ciudad dé paso a la alegría de la libertad

Mónica López Bordón dijo...

HOla Jesús,

gracias por tu visita a mi blog y por tu comentario.

también me quedo en Caminos de Tinta, con tu permiso claro.

Un abrazo
Mónica

Emilio dijo...

Cada día se me hacen más arduas las ciudades (pequeñas y grandes); hasta mi pueblo de 6.000 habitantes se me hace grande a veces.

Un saludo

Julio Castelló dijo...

Precioso. Ahí ando yo, enterrado en ciudades y proyectos; ¡y con el campo tan cerca que lo puedo oler...! A ver si me libero de una vez de mis ciudadanas tareas...
Ah, ¡y enhorabuena por tu premio!

Mª Rosa Rodríguez Palomar dijo...

Afortunadamente tengo todavía un poquito de esa calidad de vida que aún queda en estas pequeñas ciudades que no llegan a ser todavía esos acristalados cementerios.

Enhorabuena por tus premios que veo ahora en el sidebar, y por tus versos ¡siempre!, un beso.

Jesús Arroyo dijo...

Impersonem:
Habrá que soportar el cementerio, pero no llores, pronto, muy pronto, el camino llegará a verdes prados y rios de agua cristalina.
Un abrazo.

Terly:
Así es. Bueno, este autómata regresa a lo rural cuando la bateria se le descarga. La pena es que no se queda para siempre. Nos conformaremos de esta manera.
Un abrazote.

Sara:
Claro que sí. No tienes más que decidirte, bueno decidirte y poner algún ahorrillo, que esto de publicar...
Un besazo.

Sol:
Eso es lo malo, que la vida, esta vida, obliga. Iremos regresando a verdes praderas, aunque sea de vez en cuando.
Besos.

Lucía:
¡Qué maravillosa mezcla sería!
Pisar prados verdes y en un instante las aguas mojando los pies desnudos. Eso tiene Asturias.
De esos... mil, quiero decir... besos mil.

Malena:
Y que placer llenar los pulmones de ese aire, ¿verdad?
Un beso, guapa.

Amor y Libertad:
En cuanto sales de ella.
Saludos.

Mónica:
Estás en "tu casa". Nos leemos pues.
Besos.

Emilio:
¿Verdad? Con frecuencia me marcho para la costa mediterránea, a la plana alta, a un pueblo de casi 7.000 habitantes (argg, en invierno, porque en verano... ) aunque también es cierto que busco la paz alejándome poca distancia de su entorno, pero la paz, la verdadera paz, la encuentro en esa aldea asturiana de doce casas a la que tanto escribo, en pueblos de la sierra madrileña en esta época...
Un abrazo.

Julio:
¿Cómo estás?
Al final, con los que somos aqui, creamos un pueblecito y nos vamos todos, pero sin embarazos que empezamos a crecer...
Un abrazo poeta y gracias.

Shikilla:
Gracias.
Si, si, si yo vivo en una localidad que guarda la esencia a pueblo. Viejitos sentados en la plaza del pueblo (son lo mejor), caminantes por los paseos verdes junto al río y los huertos... pero... bufff, prefiero aldeas, cada día prefiero más las aldeas.
Un besazo.

Tesa Medina dijo...

Pues aquí tienes a una urbanita que no duraría más de un mes en una aldea.

Creo que hay que buscarse los paraísos cerca de uno. Y eso es lo que hice. Regresar a mi ciudad favorita. Vivir en un barrio donde todavía hay pequeñas tiendas de todo y es posible que sepan cómo te llamas y tus gustos y te saluden por la calle.

Donde no es necesario tener coche, los viejos se entibian al sol en los bancos de la Rambla arbolada y charlan. Hay también muchos niños y gentes de otros países.

Tengo el mar al lado, voy andando, 10 minutos, cuando quiero estar tranquila, pensar, relajarme o cargarme las pilas de inmensidad y azules.

A 15 minutos de metro, tengo el centro de la ciudad, el barrio gótico, la judería, museos, tiendas, bullicio… Nadie me conoce y también me gusta esa sensación.

He vivido en varios lugares: ciudad pequeña, pueblo, el campo, ciudad inmensa, y sé que ahora es como más me gusta, como también me gusta venir a leer tus versos, otro pequeño paraíso cercano gracias a la red.

Besos, Jesús

Jesús Arroyo dijo...

Tesa:
Cuando dicen que para gustos hay colores... que ricos son los dichos populares.
Aquí nos falta el mar, por eso mis escapadas, pero silencio y paz, dos pilares para una vida.
Un beso y no me digas esas cosas que me pongo colorado.

Azpeitia poeta y escritor dijo...

Que razón tienes...yo vivo en una Sierra dentro de un parque natural..y te entiendo me atrevo a decirlo mejor que nadie...la finca y su nombre que encontrarás en todos mis escritos es Zuhaitz-Ondoan (entre árboles en vasco).
Enhorabuena por tu poesía fresca llena de vida....un abrazo de azpeitia