miércoles, 17 de junio de 2009

ÉRASE QUE SE ERA CUESTIÓN DE OTROS TIEMPOS


Érase que se era un adolescente muy alegre. Comenzó a trabajar para pagarse unos estudios que no pudo completar porque las exigencias familiares obligaban a duplicar la jornada laboral. Necesidades de ayer le han dicho hoy en Asuntos Sociales.

Érase que se era un muchachote alegre. Al independizarse, para poder pagar su hipoteca, echaba horas extras en la empresa y dormía feliz porque se estaba asegurando un futuro.
Eran otros tiempos le han dicho hoy en Asuntos Sociales.

Érase que se era un joven optimista. Se casó con una preciosa mujer y juntos, comenzaron a forjar un hogar. Bonito comienzo le han dicho hoy en Asuntos Sociales.

Érase que se era un joven que maduraba. Nació su hija, el hogar se había forjado y siguió trabajando hasta altas horas de la noche para poder sacar adelante aquel futuro de sangre. Eran otros tiempos le han dicho en Asuntos Sociales.

Érase que se era un adulto. Que felicidad cuando cumples con tus obligaciones porque sabes que los derechos te resguardan. Eran otros tiempos le han dicho hoy en Asuntos Sociales.

Érase que se era un padre de familia. Había trabajado con optimismo durante veinticuatro años y una enfermedad llamó a su puerta. Fueron malos tiempos le han dicho hoy en Asuntos Sociales.

Érase que se era un padre de familia enfermo. Las posibilidades de seguir trabajando se esfumaron, pero acudió a sus derechos tras veinticuatro años trabajados con optimismo. Menos mal le han dicho hoy en Asuntos Sociales.

Érase que se era un padre de familia enfermo y maduro. Se terminó el derecho a cobrar un desempleo, pero creía que la mano amable de sus derechos seguiría acompañándole. A sus cuarenta y cinco años le haremos un regalo, le dijeron en el INEM. Menos mal le han dicho hoy en Asuntos Sociales.

Érase qe se era un padre de familia enfermo, maduro y optimista. Volvió el día de su cumpleaños con su sonrisa característica y le dijeron que no merecía unos simples cuatrocientos euros. Corren malos tiempos le han dicho hoy en Asuntos Sociales.

Érase que se era un padre de familia realista. Hoy ha buscado ayuda en Asuntos Sociales pero le han dicho que Asuntos Sociales no es ventanilla bancaria, ni empleo, ni derecho, ni tiempo… Mientras tanto, después de toda una vida de trabajo, de razonables cotizaciones e impuestos, de felicidad familiar, espera, mirando por su ventana, que un Supremo que no es Dios, dicte una sola palabra… JUSTICIA.
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Jesús Arroyo
copyright Jesús Arroyo ©

5 comentarios:

Marisa dijo...

Una historia que no es de otros
tiempos es una historia de hoy.
Una historia de justicia, una
historia de derechos.

Un saludo.

Adelina dijo...

Justicia...Yo a veces dudo ni que sepan que es eso...

Un beso.

Tesa Medina dijo...

La administración no tiene sentimientos. Pero me extraña que la mayoría de las personas que trabajan para ella tampoco demuestren nada de empatía.

Érase una vez una mujer que empezó a trabajar a los 15 años, que ha hecho de casi todo, trabajos muy importantes y otros sencillos y que si no cotiza los últimos años de su vida laboral no le va a quedar nada de pensión...

De momento, no se rinde y se ha puesto a estudiar de nuevo, algo está tramando.


Me pierdo un rato más entre versos y relatos para no pensar que todo se arregla con "eran otros tiempos"

Un abrazo, Jesús.

Emilio dijo...

Jesus:
Perdone usted por que he borrado un comentario que hice por aquí en forma de rima. Me lo he recogido para mejorarlo y hacer unas 'Coplillas de un anarquista jubilado'
Un saludo.

Julio Castelló dijo...

Ay, como si la justicia existiera...
Soñador.