sábado, 10 de septiembre de 2011

Otro padrevuestro











Estoy de acuerdo con Ángel González:
Dios, ese dios al que muchos veneran,
se cansó en su séptima jornada,
por eso, dicen, el domingo existe.

Y allí seguirás sentado, a la diestra
siniestra de un todo resumido,
en un trono solicitado a los ángeles
y regalado por diablos para su tranquilidad.


Podrías hacer tu trabajo entre semana,
pero holgazanear es lo que tiene…


Es preferible que el mundo se ahogue
entre las fangosas aguas del diluvio,
que la tierra se queme en hornos
de fuego irracional
desde tiempos en que una culebra impenitente
ofreció, según leyenda,
el fruto del primer manzano envenenado.

Sigues dotando de armas a los niños
-ellos no son occidente y les llamas enemigos-
que nacen en tu olvido
y viven, hasta su adolescente muerte,
en uno de los infiernos al que nombras calle,
divirtiéndose con bolsas de pegamento,
barriles de gasolina
y balas tan reales como tu inexistencia.

Tu ejército sigue en pie,
enarbolando banderas amarillas
sobre fondo blanco,
en lucha contra todo ser vivo que decida repudiarte,
o, simplemente, vivir una vida de ciencia, de letras,
de dudas.

Intentas borrar del mapa,
-también creaste mapas en un principio-
todo aquello que comulgue con la libertad,
con la igualdad entre seres humanos…
y, mientras sigue tu siesta,
tu descanso,
que se esfume el mundo entre humos de un botafumeiro.


Jesús Arroyo
copyright Jesús Arroyo ©

13 comentarios:

Fernando dijo...

Jesús, amigo: excelente poema, duro y exacto. No sé de qué moriremos, pero no me gustan ni el agua ni el fuego. Prefiero mis infartos, que son cariñosos. El problema es que no han sido eficientes hasta el momento. Un fuerte abrazo.

Jesús Arroyo dijo...

Y que no lo sean, Fernando. Y que no lo sean.
Un abrazo.

Juanjo Almeda dijo...

Duro, pero gran poema...
Abrazos.

Esther dijo...

Tu poema nos hace pensar, como siempre. ¿La razón nos diferencia de los animales irracionales?

Noé, con su arca,
fiera supervivencia,
él...no fue estéril.

Un besazo

La Solateras dijo...

Mi querido Jesús, repudiar a Dios es una forma de creer.

El poema es real como la vida misma, tan real como su inexistencia te cito de memoria.

Nos vemos muy pronto.

La Blasa

Sara dijo...

Directo y Real..espléndido.
Como ensuciamos los humanos todo, ni con millones de padrenuestros arreglaríamos tal desaguisado.

Abrazotedecisivo lleno de Asturias y León poeta.

Manuel dijo...

Querido Jesús: mi Génesis comienza diciendo "en el principio también nos engañaron..."

Luego la pregunta: ¿de verdad es necesario?.

Cada cual tiene su respuesta, pero tanto más se acerca esta al SI, más lúgubre se vuelve el panorama.

Ese panorama que tú has sabido dibujar con maestría en este poema.

Un abrazo.

Rosa dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Rosa dijo...

De todas formas no vamos a echarle todas las culpas a él... algo debe tocar a este mundo de seres que se han dado en llamar humanos y encima nos han hecho creer que la denominación lleva implicita la comprensión y sensibilidad al dolor ajeno... ¡vaya ironía ¿no?!.

Un besazo chico grande y gracias por no callar la injusticia.

Jesús Arroyo dijo...

Esther:
Bastante irracionales somos diempre.
Besitos.

Blasita:
Es una forma de creer que no está en los asuntos importantes.
Un beso.

Sara:
¿Cómo te van las cosas?
Besitos.

Juanjo:
Abrazos para ti. NOs vemos en un abrir y cerrar de ojos.

Manué:
Cada vez se cree menos y el que cree se pregunta "ande está".
En nada nos vemos. Abrazo.

Rosa:
Ni parte ni toda es su culpa.
Besitos, chica guapa.

carmen jiménez dijo...

Si si siguiéramos la palabra del que está sentado en la diestra, tal vez no necesitaríamos rezar tanto. Si su inexistencia es tan real, sólo nos queda culparnos a nosotros mismos, a todos y cada uno de nosotros mismos.

Anónimo dijo...

Pasamos por las calles como ciegos, para intentar no ver lo que tan claramente se describe en el poema.

Excelente exposición de la realidad tan dura que vivimos y la vida que no arreglamos.

Anónimo dijo...

Pasamos por las calles como ciegos para no ver lo que tenemos alrededor.

Excelente descripción de de aquello en lo que se está convirtiendo la aventura de vivir.