miércoles, 16 de abril de 2008

SOLO YO SOY MARCELI




Mi gato “Woman” - I

Estoy sola en casa, como de costumbre, esperando al chico de “Caprabo”. Ayer hice un pedido de verduras y hortalizas y ya veremos el calabacín que me trae hoy. El del otro día estaba un poco mustio. Al no tener nada que hacer, he recordado a “Woman” y mientras llega el de la corteza verde y la carne blanca, os la voy a contar.

A mi sobrina le habían regalado un gato. Un esplendido felino persa, color chocolate, cachorro aún. Mi cuñado, el facha, ya le conocéis, se lo había prometido siempre que aprobara el bachillerato y una media de notable tuvo la culpa. Era una preciosidad de animalito, tierno, juguetón… cabía en la palma de una mano. Tenía una cola desproporcionada, enorme en comparación del cuerpo. Me vino a la cabeza que si seguía con esas proporciones… de adulto sería un buen juguetito. No comenté nada de mis pensamientos, si se me ocurre decir algo delante de la nena y de mi cuñado, éste, me hace trocitos... ¡qué gracia!

Ya en casa, esperando que llegara Roque de una reunión con dos ingenuas clientas, novatas decía él, me convencí para pedirle que me regalara un gato. Yo, menos que la nena… ¡nunca! Y de esta manera tener una distracción en ratos muertos.

No le dejé cambiarse de ropa, nos fuimos a una tienda de mascotas, la mejor de Madrid. Elegir el gato apropia
do para el asunto de mi casa, comenzaba a ser un problema. El dependiente, un poco distraído por culpa de mi camiseta, decía que el siamés es el ideal, pero yo quería un persa chocolate. Roque decía, esta vez si le dejé opinar, que el persa tiene demasiado pelo y es mucho más estilizado y elegante el siamés. ¡Qué indecisión! Si soy sincera, lo del gato elegante, llegó a convencerme y de ello se dio cuenta la que parecía dueña del establecimiento. Dirigiéndose a mí y con un gato feísimo en sus brazos, me dijo: éste es el gato elegante. Parecía una figura egipcia, delgado, sin pelo, con cara de cuento de miedo, "Sphynx" me dijo que era su raza, auque mas bien parece una marca comercial, de pañuelos de papel.

Si os digo que solo pensé en su cola para la posteridad… aunque su delicadeza indicaba no poder ser un macho en el sentido exacto de la palabra...


Continuará...


Chechu Arroyo
copyright Chechu Arroyo ©


10 comentarios:

Sandra Garrido dijo...

Original sin duda, entre el calabacín y la cola del gato has hecho que me echara unas risas...
vaya con esos gatitos son horriblessssssss.

un beso

Recomenzar dijo...

Me gusta espero para ver como sigue
Abrazos desde aquí Miami

Jesús Arroyo dijo...

Sandra:
Me gusta que sonrías. ¿Horrible? pues verás cuando sea adulto o...
Un besazo.

Despertar:
Tus abrazos han cruzado el charco y me han llegado, pego el sello a los míos y los pongo en el correo.
Un abrazo.

Lucía dijo...

Ay, el gato, de puro feo el pobre hasta me gusta. Se ve tan indefenso.
Bueno y esta chica...espabiladilla te ha salido jajaja.
Empezando así, no quiero pensar el final.
Al igual que Sandra, la risa estaba segura al leerte. Graciasss.
Besos, como siempre.

Moony-A media luz dijo...

Me encantan esos gatos pelones... bueno, en realidad, me gustan todos.
Creo que con otros fines que Marceli :D

Que no se haga esperar mucho la continuación.
Un beso grande.

Merce dijo...

Issssssshhhhhhhhhhhh, eso de la foto es un gato??? casi prefiero esperar a que se haga adulto.....es que un poco feo...no?

Malena dijo...

Promete la historia, Chechu. No me pierdo la continuación.

Besos.

Jesús Arroyo dijo...

Lucía y Moony:
El gato tiene miga, pero Marceli... La semana próxima intentaré poner el resto del relato.
Besos mil.

Merce:
Lo prefieres de adulto??? Ya veremos si opinas lo mismo en unos días.
Un beso.

Malena:
Tan solo es la continuación de la vida de la pobre Marceli.
Besos.

Fernanda Irene dijo...

¡Joooo....roba, Chechu! Qué gato más feo, Dios mío de mi alma. Si la fealdad se midiera en grados, ese gato tendría más grados que el alcohol de quemar.

Bueno, pasaré por aquí a ver qué demonios pasa con el gato, la sobrina y la chica de Roque

Saludos

Jesús Arroyo dijo...

Irene:
Tal ves, a mediados de semana, estará el gato de adulto.
Besos.