domingo, 1 de junio de 2008

TEMPOREROS EN CANGAS


Ya conocéis mi amor por Asturias, tierra a la que nunca dejaré de escribir.

En las primaveras de mi niñez, los temporeros llegaban a casa de mi abuela, nadie los buscaba. Una breve conversación en la puerta de casa y se acomodaban en el "cuarto", un lugar destinado, en invierno, para guardar la herramienta y algunas semillas, lugar, a veces, donde la perra o la gata parían, un lugar entre la bodega y la cuadra de las vacas.

Mediado septiembre comenzaban a marcharse, despacio, siempre de espaldas.
**

Termina la carretera en la curva del herrero,
gris está el cielo, como acostumbra,
mojado el suelo.
Casi descalzos, de espaldas
se marchan los temporeros,
otoño ya, finales del noveno,
los campos sin mies, ellos con miedo,
las taleguillas rotas por el tiempo,
a la cintura… esfuerzos.
Catres con chinches, corazones desiertos
y en sus ojos, dudas en silencio.
Tal vez mañana, si vuelven,
se hagan mineros.


Jesús Arroyo
copyright Jesús Arroyo ©

12 comentarios:

Caminar sin gluten dijo...

Bonitas palabras las tuyas, para un duro trabajo... el del temporero.

Un abrazo

Ana y Víctor.

Fernanda Irene dijo...

¡Pobres temporeros! Siempre de un lado para otro, malviviendo en cualquier sitio. Hay muchos que se desplazan, incluso, con sus familias, llevan consigo mujeres e hijos. Hoy,es un trabajo que prácticamente lo realizan inmigrantes ¿Por qué será?

Un abrazo

Tesa Medina dijo...

Sentidos y preciosos versos.

Ahora ese trabajo lo hacen los emigrantes y parece que en muchos lugares se ha olvidado que antes lo hicimos nosotros.

Retratas muy bien la incertidumbre y la precariedad de esos temporeros que recuerdas casi descalzos y alejándose de espaldas.

Ah, gracias, Chechu, por acordarte de mí para lo del "meme", pero como los premios decidí no hacerlos, por mi pereza a seguir las reglas.

Un abrazo.

Sibyla dijo...

Qué bonito, y qué de recuerdos...
Los temporeros, personas que sin querer, tal vez uno se encariñara con ellos, y al terminar el trabajo y la temporada, alguna lágrima se derramara.
Precioso poema!

Un abrazo Chechu:)

Jesús Arroyo dijo...

Pareja:
Muy duro y mal visto.
Un abrazo.

Irene:
Es un trabajo desagradecido, muy desagradecido. Eran personas que encontraban un pan inseguro, intentando, incluso, evitar la enfermedad.
Besos.

Tesa:
Cuantos trabajos a cambio de un plato de comida para los suyos...
Lo del meme, me parece muy bien. A mi también me cuesta.
Un beso.

Sibyla:
¡Si! Yo siempre recordaré a Emilio, un hombre que acudia cada primavera y, cuando llegaba del campo, se metía en el "cuarto" y hasta la siguiente madrugada. Así durante cuatro o cinco meses.
Besos.

Anónimo dijo...

Este bello poema me ha traído recuerdos de los temporeros, en este caso, para la recolección de la aceituna.
Ya sólo queda un olivar en mi pueblo, y es usado como lugar de recreo que no de verdeo.

Muy bello tu blog

Saludos

Jesús Arroyo dijo...

Trini:
Mi RESPETO para ese espacio verde-libre y espero que nunca se abandone. "Olivares y olivares..."
Besos y gracias.

Аmanecer dijo...

Cuanto sentimiento tienen tus palabras, al hablar de tu tierra, y de los temporeros, personas valiosas, y queridas que al marcharse nos dejan tristeza, al imaginar que les depararà en su caminar, màs adelante el futuro.

Besos y muchos màs.

Lucía dijo...

Temporeros en tantos sitios.
Personas que hacían entrañables las labores de los campos.
Sus historias contados entre ellos y oídas por los niños alrededor.
Imagen perdida entre tanta maquina de ahora.
Bonito recuerdo el tuyo hacía ellos.
Besazo.

Jesús Arroyo dijo...

Amanecer:
Dejaban tristeza y "riqueza". Sin embargo ellos...
Un beso.

Lucía:
Eran guadaña y hoz,
cesto de mimbre y alforja,
incluso, a veces, mula torda,
trites en aquel cuartón.
Besos mil ¡poetiosa!

Elsa dijo...

Hola Chechu...gracias.. Has hecho muy bien tus deberes. Como tus poemas en los que palpita tu tierra, tus gentes y quienes observas. Como este poema..

Un besazo.. ¿Jesús o Chechu? :-))

Jesús Arroyo dijo...

Viento:
Jesús o Chechu, como tu quieras. Hace poco me presentaron a una persona en la asociación en la que estoy (una nueva socia) y me hizo la misma pregunta. Le respondí "Mi nombre es Jesús, Chechu para los amigos, asi que puedes llamarme Jesús" Su mirada ue un poco... Intenté arreglarlo con aquello de sonrisa y "mira es una broma, llámame como tu quieras..." y esas cosillas que se dicen a toro pasado.
Un beso grande.