lunes, 25 de agosto de 2008

ITZIAR Y LA OLA

En un segundo...
Tardas meses, años en darte cuenta
y un día, en un segundo,
abres los ojos.
Tu hija es una mujer.

Has sido tú, ola,
la culpable de mi sonrisa,
de mi lágrima que… con prisa,
seco de nuevo, otra vez.

Has sido tú, ola,
que llegando a mis pies
mis ojos has levantado… para ver
a una nueva mujer.

Has sido tú, ola,
la que recuerdo me has dado de ayer
y contigo… a mi hija he visto crecer,
No te marches ola, ¡quédate!



Jesús Arroyo
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12 comentarios:

Carver dijo...

Bonito poema y que te voy a decir de los hijos, cuando menos lo esperas han pasado muchos años, así como sin querer.

Un abrazo

Elsa dijo...

Como un suspiro, Jesús. Tu niña ha dejado de serlo. Hay una época en la que se distancian, nos distanciamos.. Luego vuelven, volvimos.
Precioso nombre el de tu hija.

Un abrazo.

Lucía dijo...

Ay, esa bonita Itziar!!
Como la ola que te ha hecho ver de pronto, así ella ha crecido.
Seca esa lágrima, de emoción y de nostalgia, aún necesita tu mano mucho tiempo.
Las olas al igual que tu hija seguirán, siempre a tu lado.
Un besazo de bievenida.

PD: al darle lo borré el anterior, perdona.

Jesús Arroyo dijo...

Carver:
Es una doble fuerza. Por un lado no quieres que pasen y por otro deseas que aprendan a resolver.

Igualmente.

Viento:
La historia es repetida ¿verdad? Como esa misma ola. Me alegra que te guste el nombre.

Besos.

Lucía:
Sin darme cuenta. El otro día, viéndola salir del agua, desde la orilla del mar, me dió un escalofrio...

Será que me hago mayor porque ella... jejeje.

Besos mil.

Malena dijo...

Jesús, las olas con su ir y venir nos traen recuerdos y nos acompañan en nuestras reflexiones.

Nos asusta ver con que velocidad crecen nuestros hijos, pero ellos son como las olas, se van y vuelven al nido dónde han crecido y han recibido tanto amor. Lo bonito es mirarlos y pensar íntimamente: esa es una maravillosa creación mía.

Un montón de besos.

Sara dijo...

Que vuelta más preciosa has tenido, que post, tan..........entrañable, bonito y sentido en mis propias carnes,un día... yo también sentí que mi hija ya era una mujercita adorable, a la que quiero como a nada ni nadie en este mundo.Como pasa este tiempo, que deprisa!!!

Un abrazo amigo, encantada de tu regreso, yo hace poquito que volví de nuestra ASTURIAS amada.

Mónica dijo...

Ya es que este tipo de cosas te hacen ser consciente del paso del tiempo verdad?

Jesús Arroyo dijo...

Malena:
Es un relámpago. Cuando te quieres dar cuenta ya ha tronado y tu sigues pensando que no es ni nube.
Un beso.

Sara:
Nos pasa eso. La vida es así. Lo que espero es que siga contando con nosotros porque, si lo analizamos, tal vez sea "ese" nuestro miedo.
Besos.

Mónica:
¡SÍ! Ese tipo de cosas y... las canas.
Un beso.

Mª Rosa Rodríguez Palomar dijo...

Es la vida, Chechu, pero afortunadamente hay algo que no cambia, siempre serán nuestros "niños". Mi madre cuando se refiere a mi hermana y a mi aún dice "las niñas".

Y qué guapos/as se van poniendo nuestros "niños".

Besos

Аmanecer dijo...

Eso mismo, me esta pasando a mì,
en un segundo he abierto los ojos,
y a mi hija he visto crecer.( Tambièn me dio escalofrìo):D
Yo tambièn deseo que se quede mi ola, que no se marche.
Bonito nombre, el de tu hija!!

Besos y muchos màs.

Jesús Arroyo dijo...

Shikilla:
¡Qué me vas a contar! Si a mis cuarenta y pico sigo siendo Jesusín... jejeje y un primo mío, con nietos, continua siendo Luisito.
Besos.

Amanecer:
Nos vamos a tener que poner una manta eléctrica para que pasen los escalofríos.
Besos.

Terly (Juan José Romero Montesino-Espartero) dijo...

Yo tengo dos olas (en un poema mío les llamé gorrión) y las olas, siempre, siempre, van y vienen, es menester que las mareas no las lleven muy lejos porque entonces tardan más en volver, pero siempre retornan.
Precioso el poema. Jesús y de muy bellos sentimientos.
Un abrazo.