miércoles, 15 de octubre de 2008

BROTE


La televisión ensordecía cada palabra. La conversación, lejana, encerrada en el cuarto de estar, flotaba en la atmósfera como flota el aceite en un vaso con agua. El sillón se volvió pequeño, ridículo ante sus posturas imposibles. Se marchó a la cama. La cabeza explotaba sobre la almohada de plumas, de ladrillos y plomo. Una losa imaginaria a la vista, real, comprimía posibles ideas. Su compañera se dio cuenta, tapó su cuerpo con la colcha de hilo y, en silencio, salió del dormitorio entornando la puerta. No hubo palabras porque había entendimiento, muchos años ya y el sufrimiento, en pareja, de un solo mal. No pudo con el peso que le tapaba. Utilizó el hombro derecho, el mismo brazo, la mano diestra, apenas pudo destaparse, la colcha pesaba como, recordaba, aquel sofá que, hace años, subió por la escalera hasta la cuarta planta. Abrió los ojos, una niebla húmeda y viscosa impedía ver con claridad el espejo que anunciaba repeticiones. Agradeció no poder ver aquella imagen patética cuando sintió una lágrima resbalar por su rostro hasta quedar embalsada entre su mejilla y la almohada. El camino de aquella salada gota, húmedo, quemaba como queman las hogueras del infierno y notó como su enorme cuerpo se hundía sin remedio bajo la tierra de sábanas blancas, bajo el látex del nuevo colchón, bajo las lamas paralelas, bajo las patas de frío metal, bajo el parquet de viejo roble, bajo el hormigón… La cápsula granate quedó junto al vaso de agua, en la mesilla, esperando como la Penélope de Serrat. Siguió llorando en espera de la aurora. Aquella noche ambos cuerpos se acostaron separados, sin dormir, evitando el roce de sus pieles, la simple caricia, otras noches agradecida, podría ser como el juicio final sin principios de vida.


Jesús Arroyo
copyright Jesús Arroyo ©

14 comentarios:

Lucía dijo...

No sé por donde empezar; pero si te digo que la misma lágrima me está cayendo a mí( en realidad más de una, un racimo), es que soy muy tonta:)
Me has emocionado.Por no poner otra palabra.
Maldito brote, maldita cápsula esperando como Penélope.
¿ Sabes? Aún con lágrimas llegan nuevas auroras con principios de vida...
No lo olvides!!
Mucho más que mil besazos.

© José A. Socorro-Noray dijo...

¡Es una preciosidad de texto!
¡Cuántas veces esperamos como esa Penélope de Serrat!

Un abrazo

Sara dijo...

No se si podré comentarte algo con la panzada de risa que me has hecho pasar con tu comentario en mi entrada, eres mundial...
Yo... es que soy muy selectiva que se le va a hacer, debe ser por el tiempo que me pasé en selección de personal jajajaja, que no, que no, que es broma, que desde pequeñita sólo quiero a mi alrededor GENTE DE BIEN!!!!
Que hoy tu texto... tiene un montón de significados según el estado emocional que nos acompañe...ese brote puede ser de tantas cosas!!!! geniales tus reflexiones, tus palabras y sentimientos....
Abrazos selectivosssssssssssssss y por supuesto, para que los recibas tú que eres una persona especial.Así te percibo a través de esta red enorme!!!!

Malena dijo...

El cuerpo se deteriora antes o después por multitud de causas y el alma, siempre joven, no puede acostumbrarse a esos deterioros y sufre.

Bello escrito, Jesús.

Un abrazo.

Anónimo dijo...

Nunca sé si es por alguien, por algo, por ti... Pero me dejan estremecido, con ese nudito tan peculiar que se pega aparentemente en la garganta.

Un fuerte abrazo Chechu

Terly (Juan José Romero Montesino-Espartero) dijo...

Desde el mismo instante de nuestro nacimiento, empezamos a morir, ¡tanto tiempo muriendo! y sin embargo no somo capaces de acostumbrarnos a la muerte.
Un abrazo, Chechu.

Jesús Arroyo dijo...

Lucía:
Toma mi pañuelo o mi hombro, lo que prefieras. Ya sabes... pasará como pasan vientos, soles, tormentas, calmas...
Ahora mas que nunca, besos mil.

Noray:
Puedo cantar otra, aquel bolero que dice..."toda una vida..."
Un abrazo fuerte.

Sara:
Veo que te lo has imaginado, lo de la seleccción de la morena minifaldera.
Referente al texto, en el momento de escribirlo, solo tenía un sentido, desesperación. No sabía si tirarme al metro o a la taquillera.
Besazos con aire norteño.

Malena:
Eso es lo que duele más, el alma que nunca se acostumbra.
Besos especiales.

Miguel:
Piensa en, al menos, un millón de personas que en España sufren esto mismo a diario. En sus parejas que no saben que hacer, que no pueden decirles, tocarles, sentirles. Piensa en sus hijos, que no pueden abrazar a sus padres. Piensa en los médicos que no saben por donde ir. Piensa en los jueces que poseen pleno desconocimiento. Piensa que esto se llama fibromialgia.
Un cariñoso abrazo Miguel, muy cariñoso.

Terly:
Cierto, así es la vida, un constante deterioro. ¿Será "esto" ese infierno que algunos narran?
Un abrazote.

Santy Martínez dijo...

muy bueno, un gran descubrimiento
un saludo!

Аmanecer dijo...

A mì tambièn me resbala no solamente una làgrima, sino algunas, despuès de leer tu entrada.
Conmovedor, texto!!
Y quièn no ha esperado, llorando la aurora?

Besos y muchos màs.

Sibyla dijo...

Precioso texto Chechu, que refleja muy bien los problemas inevitables,
que con el paso del tiempo, ocurren en la vida de pareja.

Lo bueno es, agradecer siempre la simple caricia...

Besos:)

Jesús Arroyo dijo...

Santy:
Pasaré por "tu casa"

Amanecer:
No es para tanto. Cosas y casos.
Besos.

Sibyla:
Los inebitables son de salud.
Besos guapi.

Tesa Medina dijo...

No es fácil convivir con el dolor, por mucho amor que haya. Y el que diga lo contrario es que no lo ha experimentado nunca.

Si encima es un trastorno incomprendido y sin remedio, pues mucho peor. Creo que tu texto refleja de una manera conmovedora ese sentimiento de impotencia y de desánimo.

Un abrazo, Jesús

Mª Rosa Rodríguez Palomar dijo...

Cuando el sufrimiento es compañero de nuestra vida, siempre esperamos hasta que llegue la aurora, y llega porque nos empeñamos en que no ha de poder con nosotros la noche. Cápsulas granate, lágrimas, silencios, y esa mano que arropa y espera, también, que llegue la aurora, son algunos de los bálsamos que pueden mitigar el dolor.

El más importante de todos es la convicción de que no nos vencerá.

En tu prosa vislumbro que, sin ser primavera, hay brotes de viejas ramas que se empeñan en nacer. Pero el tronco es fuerte y aguantará, seguro :)

Jesús Arroyo dijo...

Tesa:
Solo hace falta que enciendan la luz.
Besos guapa.

Shikilla:
Tonco de viejo roble,
raíces bajo la tierra
regadas con ojos rojos,
con ojos mirando esperas.

Besazos guapa.