sábado, 21 de mayo de 2011

De compras por Bangkok






He visto, sin quererlo,
cien monos descolgarse de sus ramas
y montarse, relajados,
en el tejado de un vagón sin chimenea.
Dejar su selva, despreciarla,
para llegar a una ciudad en desventura,
a un mercado de sálvese quien pueda.
Robar, por hambre y travesura,
un par de plátanos maduros
dejando verdes a otro día.
Regresar, con prisa y desmesura,
al árbol que aguardaba sin lianas
y dejar la compra en sus ancianos.
Volver en tren, sin billete de primera
ni guarda jurado que estorbara.





Jesús Arroyo
copyright Jesús Arroyo ©

5 comentarios:

luis dijo...

Un ir y volver de un lugar a otro buscando, siempre buscando aquello que nos es necesario para el aliento, para el camino.
Saludos

Elvira Daudet dijo...

Mi querido Jesús:

Me ha gustado mucho éste original e interesante poema, con toques surrealistas y muy libre de todo tipo de ataduras. Arroyo en estado puro.

¡Cuánto tiempo sin saber de ti! Espero que te vayan bien las cosas.

Un besazo
Elvira

Jorge Torres Daudet dijo...

De los monos, ya sabes, monerías.
Simpático tu poema.

Sara dijo...

Te dejo un abrazotedecisivo lleno de montaña, de León, no de Bangkok, que está muy lejos pá mi jajajaja.
abrazotedecisivo Jesús

Jesús Arroyo dijo...

Luis:
Igual que ellos.
Un abrazo.

Maga:
Es una imagen tan real como esta respuesta.
Un beso enorme, amiga. Nos vemos el 1.

Jorge:
Fueron acompañándome en el vieje.
Abrazote.

Sara:
Está lejos para todos los que intentamos vivir en nuestros lugares.
Un besito.