Por adoquines mugrientos
van caminando dos perros,
entre sangre descompuestaescombros ocres de muerto.
La rosa roja se tiñe
con tanta sangre… de negro.
Ellos caminan aceras
buscando un amo sin dueño.
Se lamen malas heridas,
nostalgias hechas lamentos
y llegan a noche abierta
mordiéndose aullidos plenos.
No amamantan a la vida,
se alimentan del silencio,
son dos perros de la calle...
siempre caminan huyendo.
Jesús Arroyo
copyright Jesús Arroyo ©
12 comentarios:
Me pregunto si finalmente para sobrevivir acaso todos terminamos huyendo...
Un besazo, Arroyo, con ganas de abrazarte.
Jesús, amigo, si todo eso sólo pasara con los perros...
Agradezco invitación,
vanagloria mi autoestima,
vía anárquica de evasión,
que a veces consigue rima:
Es vagabundo el amor,
igual que en vida de canes,
hermanan desde el dolor,
comportamientos iguales.
Buenas coplas en este breve romance. Nos vemos pronto. Abrazos.
Hola Jesús! malos tiempos para los supervivientes, pero hay que aferrarse a algo para poder seguir, por ejemplo a tu poesía a modo de canción de supervivientes...yo ya sabes que llego de una tierra a la que ambos amamos mucho, y allí yo renazco de mis cenizas jajajaja.
abrazotedecisivo
Quizá lo último que necesiten sea un amo. Quizá encuentren el camino cuando dejen de buscarlo.
Nos vemos.
Me ha gustado mucho este poema-copla, Jesús. Suena muy bien.
Un beso
se alimentan del silencio
Me gusta.
Un beso. Nos vemos pronto.
Geniales coplas para una noche no tan abierta como tu poema, pero que sin duda llevará más de una herida a lamer.
Un beso corazón
Mi brindis para los perros callejeros, y para estas buenas coplas que los cantan.
De ahí, lo de ¡esta vida de perros!
Felicidades, Jesús, por este gran poema.
Un abrazo.
Sois mas guapos...
Gracias
Publicar un comentario