Hay un paseante que me hace dudar,
no tener la certeza de su siguiente paso,
desconocer si pisará nueva piedra
o dará una zancada al aire del acantilado
para finalizar su camino por la tierra.
Podría dejar esta cerveza que tomo en la terraza,
tan fría como su vida,
para acudir a interesarme por su destino
y, sin embargo, la pereza hace que no me importe
el punto final de la fotografía.
Jesús
Arroyo
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Jesús Arroyo ©
10 comentarios:
Pues sí, Jesusito, así somos. Me ha gustado este poema por su sinceridad demoledora. Yo he querido decir eso mismo hace unos días en CÍRCULOS CONCÉNTRICOS.
Besos muy egoistas.
Y lo excepcional empieza a ser que a alguien le haga dudar un paseante, que alguien vea siquiera ese titubeo.
Me ha encantado.
Pues para estar perezoso, no te ha quedado nada mal ¿eh corazon?.
Los primeros versos invitan a mirar más allá de la imagen... Me gusta!.
Un abrazo dispuesto a dejar un vinito para unirse a ti
Absoluta y doliente realidad la de este poema, Jesús, excelentemente reflejada.
Un abrazo.
¡Qué excelente reflexión!
Saludos,
Si alguien nos pudiera decir cual es el punto final despues de cada decisión, que simple sería.
Besotes, ¡pensador!.
Me ha gustado mucho este poema.
Abrazos.
Juanjo
El de Ana Montojo también...
Genial...me perdí en la espiral y tampoco se muy bien si quiero saber más... ni donde está el punto de inicio o el final...a veces vale más quedarse instalado en la duda.
Mi abrazotedecisivo
Blasita:
Lo lograrías, sin duda.
Beso.
Amando:
A veces nos fijamos en unas cosas...
Abrazos.
Rosa:
El vinito tan pronto como mañana.
Besazo.
Nines:
Pasamos tantas veces de lo que vemos, de lo que podemos reparar...
Un beso.
César:
Estás, ya sabes, en tu casa.
Saludos.
Hermanita:
Estamos dispuestos para descubrirlo.
Un beso.
Sr. Almeda:
¿Cómo van sus almenadas?
Abrazos
Sara:
Ese abrazo nos lo daremos en Gijón. Recuerda que me tienes que mandar cosillas.
BEso.
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