domingo, 25 de noviembre de 2007

NEGRA CANGAS


¡Luna! se abrieron las nubes, parches que tapaban tu cara y el rayo de tus ojos no alumbraba la entrada. Ahora sí. Ahora entraron.

( … )

Los mismos compañeros, los de la brigada de salvamento, entraron con candiles, linternas de llama salvadora. Descendieron mientras los picadores y algún barrenero intentaban abrir aquella pared derrumbada. - Nena, no te asustes. Lo que voy a contarte pasó hace años. Tantos que algunas caras se borran de mi memoria. A la luna le cantaron y le agradecieron. Las viudas y los guajes lloraron mudos mirándola -

Salió Miralles primero, con paso lento, casi imperceptible, su gesto quería negar lo sucedido. Abría paso a los carros que sacaban a Judas y a Manuel Fernández. Sucios, quietos, con los ojos aún abiertos y el terror marcando su rostro. Tal vez no era terror y si valentía. En la explanada de las tolvas, camilleros y ataúdes sin señas colocados en perfecta hilera. Don Marcial ordenó su colocación. Don Marcial siempre lo ordenaba todo. Dijo de ir metiendo los cuerpos en los cajones, mientras, la guardia civil hacía de antepecho a la gente. Solo lágrimas. Cangas lloraba sin queja.

Salieron los tres restantes, Hilario el portugués y Tino, el de Santa Marina, sobre mulas viejas, esas que ya no valen para el campo y mueren respirando el mismo polvo del minero. Pepón Sintino a hombros de Antón el cabrero. Mismas caras asfixiadas por el derrumbe de la tarde anterior. No se distinguía el color del negro carbón en sus camisolas, todo era polvo pardo, sudor seco, horror, castigo decían algunos en voz baja.

¿Castigo de quién? Nadie es capaz de castigar a hombres de esta Asturias pintada en negro.

Llegó el que llaman Nuberu. Los armados salieron a su encuentro. Don Marcial, quizá avergonzado, les paró. Nuberu se puso a cantar pena…


= = =


Chechu Arroyo
copyright Chechu Arroyo ©

6 comentarios:

María Narro dijo...

adoro Asturias,, pero es negrura y todas las minas del mundo me ponen los pelos de punta.
Un beso.

Merce dijo...

Tuve la ocasión, por fin, de conocer Asturias el año pasado, y creo que es uno de los lugares más bonitos que he visto. Pero cuantas historias de estas tan terribles llenan su día a día.

Miguel Schweiz dijo...

Qué fuerte Chechu, aún estoy con la piel de gallina. Joer.
Te digo, lo has pintado, has dejado el drama, la impotencia... Una maravilla. Un abrazo.

Jesús Arroyo dijo...

María:
Ya no es negrura, quedan muy pocas minas. Asturias es verde, salvaje si no la estropeamos, amable, ruda y sensible, amiga...
Un beso.

Merce:
Asturias ha sufrido mucho a lo largo de su historia, otras provincias también. Pero siempre ha sabido superarse.
Un beso.

Mari Carmen:
Pues vuelve, vuelve porque siempre habrá un rincón por conocer.
Un beso.

Miguel:
Así eran algunos momentos de esta región. Afortunadamente, cada vez menos. Los medios de seguridad con los que hoy cuentan las pocas minas que quedan nada tienen que ver con los de hace algunas décadas.
Un beso.

María Narro dijo...

¡Chechu que me equivoqué!
Bueno, 'realamente' no me equivoqué sino que me comí una vocal.

quería decir: pero esA negrura...

Asturias paa mí es el pasto de España, el jardín Galicia. Es verdeeeeee y llena de vacas (me encantan las vacas)

Un beso.

Jesús Arroyo dijo...

María:
El que tiene boca se equivoca, jeje. No pasa ná.
Beeesos