Se me podrían poner los ojos como platos,
las manos sudorosas
o una sonrisa tontorrona que
reflejara mi ridículo.
El camarero, ya nos conoce,
solicita la cuenta
sin voz alguna que la pida.
Mientras, pones seda sobre tus
hombros,
sujetas la cartera entre los
dedos
y el último grito
se refleja
en las miradas nerviosas de los
comensales.
Jesús
Arroyo
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Jesús Arroyo ©
7 comentarios:
Me tendré que hacer un poco de publi ¿no?
Pues nada, el que quiera hacerse con DISFRAZADO DE ESQUIMAL tiene dos posibilidades. Pincha la pestaña de "MIS LIBROS" y en cuatro días lo estarás leyendo.
Muchas gracias.
Así se hace, Jesús, la auto promoción, es válida, porque "vendemos" aquello que nos importa.
Un abrazo.
Vale, Jes´sus, que tu también le das al tema "camareros"... Bueno, ya sabes que lo mio son las camareras.
Suerte, amigo.
¿Por qué será que me ha dado un escalofrío de placer leerte?.
Hemoso poema corazón con una cola imagen, pero deliciosa.
Un besito
PD. Cuelgo tu libro en mi blog también y así doblamos la publi.
una situación,
una anecdota,
un poema
saludos
eso, eso haciendo publi que es gratis, jejej. Ole y ole!! besos
Amigas/os:
Agradeceros vuestros amables comentarios. No sé que está ocurriendo con blogger. Amigosy colegas me han dicho que no pueden comentar, a mi me pasa lo mismo con muchos de vuestros blogs. Esperemos que comiencen a funcionar o, al final, nos veremos obligados a cambiar de "compañía bloguera".
Un fuerte abrazo y, lo dicho, GRACIAS.
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