Indiferente
al frio de la nieve,
al cálido suspiro del viento
cuando deshiela la cumbre,
al nacimiento de la vida
que desciende apresurado.
Indiferente a un calendario
de jornadas ficticias,
a sobremesas de tertulia
y noches de insomnio.
a todo aquello que, a gritos,
reclama su nombre...
Así se confiesa el humo de un rincón
del "Sabana Café",
la única mesa oscura, sin público
ni camarero que visite su voz.
Indiferente
incluso a su latido,
a una lápida sin nombre
entre cientos de nombres
de aquel cementerio indiferente.
copyright
Jesús Arroyo ©
4 comentarios:
la indiferencia, puede doler
saludos
Cuánta indiferencia...!!
Besazos mil, chico guapo.
enhorabuena por el poema...
te invito a hacerte seguidor de mi blog
www.bosquemarlunado.blogspot.com
Los hilos literarios creo que nos hacen ser amigos comunes de MARINA TAPIA.
UN SALUDO
El otro día, curiosamente, me pareció verte...
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